miércoles, 30 de enero de 2008

Lluvia

En Febrero llueve todo el día y apenas sale el sol. Me parece muy romántica la lluvia y en mi habitación, su repiqueteo en la claraboya del techo tiene algo de musical, arrullándome al dormir. Tengo sueños empapados en nostalgias de otras épocas que necesariamente no tienen porque ser más felices. Me pregunto si ahora soy feliz pero es todo tan relativo.. lo único que se es que he alcanzado cierta serenidad en esta tierra trabajando para estos niños de nadie. La satisfacción es enorme aunque leer tanta miseria y violencia en sus expedientes de abandono hace que a veces quiera llorar y mandar el mundo al infierno...pero acabo poniéndome una coraza que de paso me sirve para la lluvia y en la que resbalan las cosas que antes me afectaban. Ahora, simplemente, no pienso en ellas y me gusta verme despojada de muchas capas inútiles... y no me refiero a llevar botas adidas sino a coger el camino más sencillo, el meditar despacito, el admirar cada día el altruismo de los que no tienen nada y la fuerza que saca la gente de los escombros como observé cuando el terremoto en el Norte...pero sobre todo disfrutar el triple de un atardecer, una luna llena o el vuelo de una mariposa. Comienzo la senda de valorar lo que se me ha dado y pienso en mi infancia como en un cuento de hadas porque de verdad lo fue. A estos pequeños le han quitado la infancia, el nombre y la dignidad. Como dijo una vez Bowie "A estos niños a los que escupís mientras ellos intentan cambiar sus mundos son inmunes a vuestras creencias y son conscientes de cuánto están pasando" ...Sigue lloviendo...ahora más fuerte aún...

q'osco

domingo, 20 de enero de 2008

Cuzco

Cuzco ahora es como mi casa. Me recuerda a Granada así que imagino que es por eso. Vivo muy céntrica, a dos cuadras de la plaza de armas y a tiro de piedra de San Blas, el barrio de los artesanos. Mi jato está sobre un antiguo cementerio inca por eso mi calle se llama Purgatorio, la de al lado, Ataúd. Andan sus almas por el patio..a veces los oigo, otras, los siento. Alexandro, mi vecino cleptómano de ocho años me cuenta historias de miedo y yo esas noches en que me visita duermo mal pero no como para mudarme; ademas dónde iba a ir? si por todo Cuzco pasean machus y espíritus. En los tejados de todas las casas hay una pareja de toritos con el fin de ahuyentarlos. Echaba de menos las calles empedradas, las mamitas vendiendo choclo, las chicherías abarrotadas en domingo y a los niños del hogar de las estrellas, la asociación para la que trabajo y por la que me vine al Perú desde la madre patria..a su madre...que brutos que fuimos por acá..no me extraña que algunos nos odien todavía...aunque en caso de jodienda siempre queda poner acento argentino. y hablando de argentinos... hay una plaga ahora en el Cuzco. Los encuentras por todas partes con sus mochilas, sus barbas y sus "ché viste?", debe ser su temporada vacacional...

martes, 15 de enero de 2008

una Lima en Lima

Este blog se inicia en Lima tras año y medio en Perú. Hoy hemos comido suchi en San Isidro. en Lima comes ceviche, chifa o suchi según tengas más o menos plata...He descubierto los maki que son como el suchi pero rellenos de cosas increibles y después hemos cantado Las Grecas camino al Zaguán, la casa de huéspedes en la que nos alojamos en Miraflores. Estoy aún con el jet lag. En Madrid me moría de frío y aca la gente está haciendo surf y bañándose en las contaminadas playas de la Costa Verde...Me saqué las botas de invierno y mis pies caminan con chancletas por las calles de esta ciudad llamada como mi abuelo. Me vine sin pensarlo demasiado, quizás me perseguía mi apellido desde siempre así que decidí hacer las maletas y perseguirlo a él. Cada vez que vengo me gusta más esta ciudad y la gente que en ella habita y me siento más tranquila caminando por sus calles aunque yo vivo en Cuzco y, bueno, la ciudad imperial de los incas es otra historia completamente distinta. Dicen que hay tres Perús: la costa, la sierra y la selva y es completamente cierto, son tres mundos apartes, alejados por las pésimas carreteras y por su manera de ver el mundo. Yo, siempre ecléctica, me quedo con los tres y con sus gentitas, floklore, gastronomía y paisajes. Lo peor es el racismo que existe entre esos tres mundos...