domingo, 20 de enero de 2008

Cuzco

Cuzco ahora es como mi casa. Me recuerda a Granada así que imagino que es por eso. Vivo muy céntrica, a dos cuadras de la plaza de armas y a tiro de piedra de San Blas, el barrio de los artesanos. Mi jato está sobre un antiguo cementerio inca por eso mi calle se llama Purgatorio, la de al lado, Ataúd. Andan sus almas por el patio..a veces los oigo, otras, los siento. Alexandro, mi vecino cleptómano de ocho años me cuenta historias de miedo y yo esas noches en que me visita duermo mal pero no como para mudarme; ademas dónde iba a ir? si por todo Cuzco pasean machus y espíritus. En los tejados de todas las casas hay una pareja de toritos con el fin de ahuyentarlos. Echaba de menos las calles empedradas, las mamitas vendiendo choclo, las chicherías abarrotadas en domingo y a los niños del hogar de las estrellas, la asociación para la que trabajo y por la que me vine al Perú desde la madre patria..a su madre...que brutos que fuimos por acá..no me extraña que algunos nos odien todavía...aunque en caso de jodienda siempre queda poner acento argentino. y hablando de argentinos... hay una plaga ahora en el Cuzco. Los encuentras por todas partes con sus mochilas, sus barbas y sus "ché viste?", debe ser su temporada vacacional...

No hay comentarios: