
El camino de El Bolson a Bariloche está salpicado de lagos y después de la inmensidad y aridez del paisaje patagónico, era muy refrescante y daba pena pasar de largo. Estuve apenas unas horas en Bariloche paseando por el centro ya que parar unos días en todos los sitios lindos por los que paso significaría alargar unos meses más el viaje. Bariloche tiene un toque de la Alemania y la Suiza alpina, llena de turistas que toman cerveza y comen chocolate. Me parecía emocionante estar en el sitio dónde mis padres pasaban sus fines de semana cuando vivieron no lejos de aca. Mi padre trabajaba para Dragados en la presa del Chocón-Cerros Colorados en la Pampa a finales de los sesenta. Seguí hasta Neuquen para visitar no sólo la presa sino también saludar a la familia de ami amiga Stella quien reside desde hace muchos años en España. Neuquen se me antojaba grande comparado con las ciudades de dónde venía. No había manera de encontrar un hotel pues todos estaban abarrotados por no se que convención pero el taxista apagó el taximetro y me acompañó amablemente hasta que por fin encontramos una habitación. Esa noche me dediqué a pasear por el mercadito de artesanía que ponen en la avenida principal. Los dos días siguientes los dediqué a ver huellas de dinosaurios y el esqueleto del donosaurio más grande del mundo (35 metros) y la enorme presa en la que trabajó mi padre de ingeniero. Le llamaron la obra del siglo pues era la primera de esas dimensiones en Argentina. Realmente fue un acontecimiento histórico y era curioso ver restos de las viviendas temporales y el antiguo cinematógrafo, único entretenimiento de los trabajadores argentinos y europeos que alli residían durante los años que duró la construcción. Había muchos paros por la zona pues la presidenta Cristina ha elevado mucho las retenciones al campo y están muy enfadados con el asunto. Es bonito ver los amarillos alamos como barreras naturales contra el viento en las chacras. Una noche sali con Adela y Federico a tomar una cerveza y otra con Beatriz quien me invitó a comer asado en su casa de Cipolleti. Muy interesante su vuelta en auto a la ciudad de noche y la desmitificación del mito de Evita que hizo su marido en la sobremesa...Gracias a todos por unos días estupendos! Próxima parada: Buenos Aires pero sólo unas horas porque he quedado en Iguazú...
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